El cambio de hora (en la madrugada del sábado 27 de octubre al domingo 28 a las 03:00 serán las 02:00) da la bienvenida al horario de invierno, que se mantiene en vigor durante cinco meses hasta el último fin de semana de marzo. En esa fecha, volveremos a cambiar la hora en sentido contrario, es decir, adelantando los relojes y "perdiendo" un hora.
La actual medida del cambio horario se adaptó en el año 1974 debido a la crisis del petróleo con objeto de aprovechar mejor las horas de luz y reducir el consumo de electricidad.Así, a partir del domingo 28 de octubre amanecerá antes, pero también anochecerá más pronto. Esto significa que las horas de luz se adaptan en mayor medida al horario de las empresas, de modo que se recurra lo menos posible a la artificial en los picos de máxima productividad.
Desde el pasado mes de junio, fecha en la que se produjo el solsticio de verano, los días se han ido acortando cada vez hasta el próximo 21 de diciembre, día en que tiene lugar la noche más larga del año y el día más corto. De ahí en adelante, se invierte la tendencia y las noches se van acortando frente a los días que se irán haciendo más prolongados.
La medida del cambio de hora, según cálculos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía, supone un ahorro del 3 por ciento en iluminación entre los meses de marzo a octubre, lo que equivale a 300 millones de euros. De esa cantidad, noventa millones corresponden al potencial de los hogares españoles (alrededor de seis euros por hogar), mientras que los 210 millones restantes se ahorran en los edificios del terciario y en la industria, según ha explicado el IDAE en una nota.
Para alcanzar este potencial de ahorro, no obstante, hay que prescindir de la iluminación artificial cuando es innecesaria, y emplear tecnologías que aprovechen mejor la luz natural en edificios del terciario y en industrias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario